sábado, 5 de mayo de 2007

qué maneras más curiosas



Al final, no le faltaba razón a Kundera [en ese libro maravilloso que es La insoportable levedad del ser]: la vida es debatirse entre el peso y la levedad. El peso nos atrae al suelo, nos une a la tierra y nos hace sentir densidad, importancia, papel en lo que sucede alrededor... la levedad es hija del tamaño del mundo, de la velocidad del tiempo, del hambre y la sed... Parece que un ser leve no deja huella en el mundo, pero hay que recordar el efecto mariposa.
Aún no sé en la pulsión de cuál está en realidad la cualidad humana. Y si está en el equilibrio... pues debe llevar toda una vida encontrarlo.

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