lunes, 31 de julio de 2006

En Líbano

HUMAN RIGHTS WATCH en su página web hace un análisis imparcial del conflicto entre Israel y Hezbollah en el Líbano: http://hrw.org/campaigns/israel_lebanon/

Entre otras cosas, se denuncia:
- Los ataques llevados a cabo tanto por el ejército israelí como por Hezbollah de forma indiscriminada en el mejor de los casos, sin tener en cuenta a la población civil, y en el peor, teniendo a ésta como objetivo militar. En cualquier caso intolerable (porque la desidia por las vidas humanas para conseguir objetivos no es mucho menos horrible que el asesinato).
Cluster Munition Coalition www.stopclustermunitions.org.
- El uso por el ejército israelí de bombas-racimo, que violan la prohibición de ataques indiscriminados contenida en la Ley internacional humanitaria. (y que se vienen utilizando desde hace mucho en ataques similares)
- Que el hecho de que las fuerzas militares israelíes hayan avisado a toda la gente que vive en el sur del Líbano de que desalojen sus pueblos, no les permite usarlos como una zona de fuego libre, ni suponer (¿?) que todo el que queda allí es un terrorista combatiente de Hezbollah, y que deben permitir, y reespetar (porque hace unos días se bombardeó uno de ellos) los "corredores humanitarios por los que la gente huye (miles de desplazados...) y la ayuda entra en la zona de conflicto. Algunos han decidido quedarse, y no abandonar sus hogares, pero la mayoría (los más pobres son los más perjudicados) tiene difícil la huída debido a que las carreteras están destruidas, no hay gasolina ni medios de transporte, familiares heridos...


A menudo me pregunto qué se puede hacer. Y no se me ocurre nada, salvo mirar, leer, estar informada. Evitar en la medida de lo posible las polarizaciones (salvo a favor de la gente inocente, en contra de la injusticia) y tener claro que hay razón y sinrazón en las dos partes. Pero que una mate, bombardee o cometa crímenes de guerra no es justificación nunca para que otra haga lo mismo.
(y, claro, hacer lo posible por no olvidar que hay otros muchos conflictos que han quedado desplazados en nuestra cabeza y nuestras televisiones por el desastre del Líbano, y que siguen activos y también, no sé de que forma, pero nos necesitan)

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