Entre los fabricantes de sombreros del siglo XIX era común un cuadro clínico que se manifestaba con espasmos, temblores y alteraciones de la personalidad. Por ello, la gente de la época consideraba que todos los sombrereros, tarde o temprano, perdían la cabeza. La realidad es que se envenenaban poco a poco al inhalar el mercurio que utilizaban para hacer el fieltro de esas prendas. Este componente es muy tóxico y una vez que entra en el organismo no se elimina, sino que se acumula en diferentes tejidos y órganos, como los riñones, el hígado y el cerebro. Probablemente, este suceso sirvió de inspiración a Lewis Carroll para incluir en Alicia en el país de las maravillas un sombrerero loco…..
martes, 28 de febrero de 2006
El sombrerero loco
perpetrado por
Clara
a las
20:17
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1 comentario:
Impresionante!! ¿¿Y la historia de la Reina de Corazones??
Me encanta tu blog!! un beso!!
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